Dulce ironía Cap 10

Sharon se apartó de él de una manera algo brusca y se masajeó las sienes algo apresurada ...

-Disculpa , ¿Qué te pasa? ¿Por qué hiciste eso?-exclamó casi en un susurro mirándolo confundida.

-Bueno, Sharon-la toma por los hombros y la sacude un poco-¿Es que es imposible que no entiendas algo tan obvio, y que ademas te acabo de decir? Mira,-da un gran suspiro y vuelve a retomar la conversación-tú hace mucho tiempo, MUCHO, me gustas, y sabes que...

-¿Y tu novia qué?

-Tú en serio me crees que capaz de venir a decirte todo eso y haberte besado si aún ella fuera mi novia, claro que no pero...

-Damian-exclama Roberto que llega por detras de Sharon alejándola un poco moviendo su cintura-¿Tú crees que después de tanto tiempo siendo amigos, casi hermanos, tú le vas a gustar? ¡Por favor! Sabes que somos amigos Damian pero esta vez no te apoyo.

-Te pediría que no te metas en lo que ciertamente no te importa, ademas es mi amiga desde hace años, de toda la vida se podría decir.

-Sabes, está bien, cálmate yo solo decía, pero justo por eso no quiere estar contigo-Roberto sonaba-¡PORQUE ES TU MEJOR AMIGA! Deberías dejarla en paz, ¿No lo entiendes?...

-Mira ¿Sabes qué Roberto? en serio no quiero ser mala contigo ni nada de eso pero debes dejar que yo y Damian hablemos ademas a ti te acabo de conocer...

-De acuerdo, pero cuando me hables llorando y desconsolada, entonces veremos si te hago caso, adiós.

-Y, ¿Por qué estas tan seguro que te llamaré precisamente a ti ?

-Ok, tienes toda la razón, lo siento Sharon- se marchó enojado mientras subía a su coche y se marchaba a toda velocidad. Sharon lamentaba que terminara así, ahora que ella y Damian se quedaron solos, ella no tenía nada más de qué hablar.

-Lo lamento Damian, tengo que irme-le dio un beso en la mejilla y se fue.
Él simplemente no hizo nada.

Sharon tomo un taxi rumbo a su departamento, digamos que el tiempo fue volando. 
Al llegar y subir por el elevador, hasta llegar a su piso, el tercero, abre la puerta de golpe no sin antes haber batallado con la llave, aventó su bolso al piso .

-Genial, justo hoy, maldito Roberto hipócrita, estúpido Damian, ¿¡Qué rayos me viste!?-Ella entró a su  habitación molesta por lo ocurrido, se lanzo a la cama y abrazó su almohada blanca de algodón con mucha fuerza pero poco a poco la soltó.

-Lo siento almohada, si te enojaras conmigo con quien voy a hablar esta noche-se disculpó.
 Tal vez estaba volviéndose loca, pero digamos que se sintio aliviada, alguien la escucharia .

Acomodó la almohada en su lugar para minutos después de apenas haberse quitado las botas y ni siquiera ponerse el pijama y mucho menos cepillar sus dientes quedara complemente dormida y aclarando que no "habló" con su almohada, pasaban horas y más horas y no daba señas de vida a no ser de sus nada constantes movimientos con su mano sigilosa, ida y vuelta golpeaba su rostro no tan fuerte, pero ella sólo hacía muecas.
 Por fin entraba el sol por la ventana,  apenas entraba hace poco de la media hora, Sharon dio un gran salto de su cama, junto con ella acompañándola.

Su cabello esponjado tipo afro, su labial corrido por el rostro seguramente por los pequeños golpesitos, junto con su top encima del ombligo subido mientras dormia, salió corriendo hacia el living al escuchar sonar el teléfono, trató de componer su voz de zombie recién salido de la tumba para contestar.

-Bonjour...

-Ah, disculpe, ¿Sharon Pearl?

Ella había contestado un poco adormilada y compuso su voz a pesar de haber bostezado, ¿Qué horas eran?   Las 7 tal vez, simplemente esperaba que fueran del día y no de la tarde ...

-Hemos recibido su solicitud de empleo en la biblioteca local ¿Cierto?

-Oh, sí, claro, sí, sí-contestó entusiasmada.

 Había sido hace un mes o más que habia estado repartiendo solicitudes como si estuviera  vendiendo pan  y realmente ya no tenia esperanzas de recibir alguna sola llamada, ¡Vaya suerte!

-Bien, entonces queremos entrevistarla este mismo día a las 8:00 ¿Se puede? Pero tal vez piense "Oh sólo es una biblioteca, que más da, es pan comido" pues le informo que no vendemos pan para comer y que llegue puntual-esa voz sonó acusadora y algo petulante.

Sharon miro el reloj de pared, tapo el auricular y exclamo -OH DIOS MIO , SON LAS  7:26.

Comenzó a contar con los dedos, empezando: 27,28,29,30,31,32,33,34,35,36,37,38,39,40,41,42,43,44,45,46,47,48,49,50,51,52,53,54,55,56,57,58,

59,60... Son 35 numeros , son 35 minutos-¡Treinta y cinco que mierda!-Volvió a tomar el telefonoy escuchó como sonaba la voz de el señor intelectuaoso repitiendo ¿Esta ahí, se encuentra aún ahí, Sharon, señorita, ¡Pearl! ¿Sharon?

-Sí, disculpe sigo aquí, y estoy viva, por si hay dudas-agregó en tono sarcástico.

-Bien la esperamos-cortó la conversación de inmediato y colgó.

Instantáneamente corrió al cuarto de baño, se duchó en un record de 6 minutos. Esos de los records guinnes debieron estar aquí-pensó. Se vistió en 10, cepilló sus dientes y salió en cuatro minutos.Tardó 20 minutos. ¡¡Es mi muerte!!-se dijo, sólo restaban 15 así que bien o mal aventurada se dirigió hacia su posible nuevo trabajo, a la entrevista "Colegas, y colegas, compañeros, y compañeras....". 

Respiró hondo y al llegar se paró unos segundos para admirar el lugar. Abrió la puerta y se dirigió al mostrador.

-Hola, vengo a una entrevista-dijo nerviosa.

La joven le sonrió calidamente y eso hizo que se relajara un poco. Apuntó hacia una puerta de madera un poco mas allá del despacho, ciertamente es un paraiso, un paraiso de libros. Era enorme. Tocó la puerta con un "Toc, toc" Y Bueno uno más para aprovechar "Toc".

-Adelante - exclamo una voz masculina que hizo que se le pusiera su piel de gallina.

Abrió la puerta lentamente mientras metía su mano al despacho saludando con la mano efusivamente, cerró y se sentó en la silla.

Él no la volteaba a ver aún y cuando lo hizo chasqueó la lengua al mirar su cabello rosa y se mordió el labio. Se sintió algo apenada pero después no le importo.

-Buenos días, señorita... Abrió su grueso portafolio y sacó dos hojas de papel y luego, mirandola a los ojos, dijo-¿Usted es Sharon Stone, ¿Verdad?

-En fin, Stone, Pearl ¿Qué mas da? Todos me llaman como se les pega en gana...

El joven sonrió.

-Perfecto Sharon , ahora empezemos con unas simples preguntas ¿De acuerdo?

-Claro...

-¿Por que mando su solicitud aquí?

-En realidad no solo la envié aquí, realemente creo que recorrí toda la ciudad...-El hombre arqueó la ceja derecha  en espera de otra respuesta -Oh, pero la envié aquí por que amo la literatura y todo lo que tenga que ver con ella y creo que seria un placer trabajar rodeada de libros, además adoro a la gente...

Sharon dejo que fluyera la conversación, y al fin al terminar las largas preguntas y respuestas incoherentes por parte de Sharon, dio por concluida la entrevista.